Los besos de parque que se dejaron, los recuerdos que se guardan como fotos viejas en un album de casa, el amor que se quedo perdido y ya no creció, en las palabras que ahora vuelan como barriletes de noviembre. No ha sido una, ni dos…son tres y pienso que besar sapos ha sido mi propio cuento de Disney, sin príncipes y sin finales felices. ~Por cuestiones de salud ... tema olvidado y suspendido por tiempo indefinido~
Pero ahí voy, llegando un poco más allá y teniendo un poco menos de ayer, teniendo descansos para tomar un poco de agua de mis ojos, de amarrar por momentos al corazón –suele a veces ser algo demente. Si de plano, no tiene mente es un corazón- .
Quisiera (suspiro) -fuerte termino de diccionario, de sociedad, de sueños, expectativas, frustraciones - pero al final eso quisiera, un fin y no de tres letras, ni té para tres.
Una pausa, por favor -grito mi alma- pero no gramatical, sino de vida. Una pausa para alimentarme de mí, de las hojas que caen de los árboles y trazan los caminos que muchas huellas han dejado, de las raíces que se funden con la tierra, del cielo que pinta sus nubes, del aire que da vida, de los colores, sonidos, formas, de la vida misma.
Una pausa para empacar lo innecesario y regalárselo al olvido, de tomar vitaminas para el alma, dejar atrás los cuentos, a los egocéntricos, a los egoístas, príncipes sin princesas, suspiros, a los incognitos, a los temibles, a la oscuridad, a los sueños de feria, a las subidas, a las bajadas, aquellos y demás.
VOLARÉ!