~62~ A volar

      Cuestionaba al corazón,

hasta llevarlo a la esquina de la insanidad, rumbo al precipicio

donde la neutralidad tambalea, para tender caer en el negro.

La culpa se precipitaba para cantarle, aplaudirle y chuparle como demencia la paz. Para acuchillarlo con dolor y rencor. Entonces, el dolor es una opción, una predicción, una existencia. No, no es nada de lo anterior. Es un juguete de la imaginación, para justificar el miedo como ceguera del amor.

Entonces, te das cuenta que las experiencias se  cultivan como flores en el campo de la vida. No hay malas, nunca las hay, todas son  plumas que le dan vuelo al crecimiento. También te das cuenta que el perdón es la medicina para sanar lo que has justificado como dolor. Las personas son aves de paso que visitan tu campo para darle color y dejar semillas de amor que fecundarán en tú corazón como tesoros de la lección, nunca para quedarse como heridas o ataduras que evitarán que veas la luz. Eres individual, nadie es responsable de lo que te pertenece como esencia...la felicidad.

Entonces, solo entonces cuando deje de cuestionar para solo volar pude conocer el amor como el único camino. Las lágrimas ya no fueron permitidas para jugar con la almohada que evitaba el vuelo, el odio se disolvió y se unió a la luz. Entonces, volví a volar para cantarle al aire, bailar con la estrellas, comerme las galletas de la luna, alimentar mis pensamientos con gratitud y no de letras asesinas. 

Dale la oportunidad al amor para que te conozca, para que lo conozcas. Para que vueles en alegría.Volar.


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