No pretendo pero entiendo
que al caminar en puntillas
evita esto,
las vueltas como perro,
las migajas de conformismo deseado,
barato y pautado
Eso y tal,
el suspiro que asfixia
mi irrelevante abuso al corazón,
tonto y extendido
Basta acaso
destacar entre las putas
para recordar-me
La razón tiende a perder sus estribos,
lujuriosos, masturbados y corrosivos
Lloro como oro
que pierde su tesoro,
lloro al sordo,
al ciego,
a la verdad que ya no importa,
a la estupidez
Lloro y no es debilidad,
contradicción y esperanza
Lloro para que se multiplique
la alegría,
los amaneceres,
mis deseos incontrolables
de poner en práctica
la lección y tirar así un lado a la piedra,
indiferente, coloreada, amante,
de un cuerdo que aún recuerdo.
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