Afuera,
pero adentro también,
hay una luna sonriente que
seduce el último hilo de la noche
para quedarse como buena amante
del amanecer. Y venus seductora
de los pezones de la noche.
Es bueno abrirse, los ojos, enamorarse,
para no quedarse como espectador
del amanecer, sino ser parte del color
del cielo y saber que hay un adelante,
una lucha que suele ser, siempre, la vida
vestida de una ilusión.
1 comentario:
Muy buena! Me da la vision de estar contemplando el amanecer, con ojos de sospecha, si, de algo nuevo, una vida! Me encantó!
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